Iniciativa pro-vida del Pan: Mentiras, falsificación de fuentes y estudios sobre embriones de ratón.
La iniciativa para modificar los artículos 4º y 2º de la constitución de Aguascalientes para proteger la vida desde la concepción propuesta por los diputados del PAN, Paloma Amézquita y Gustavo Báez, está redactada a partir de mentiras, falsificación de fuentes, malinterpretación de leyes, falsificación de conceptos de la UNESCO y un estudio de divulgación científica que habla sobre embriones de ratón y no de embriones humanos. Por si fuera poco cita resoluciones de la Corte de los años setentas ignorando las resoluciones recientes en materia de derechos humanos de las mujeres. Ah! Y representa un conflicto de interés dado a que Paloma Amezquita subió al estrado con el pañuelo celeste y su asesor y promotor de la iniciativa es al mismo tiempo vocero del Frente Nacional Por la Familia.
El documento es problemático de entrada por el uso y abuso de términos ambiguos: El problema con utilizar términos que no tienen una clara definición consiste en que se pueden prestar a varias interpretaciones según convengan los intereses del lector o de quien redacta el texto. Cualquier iniciativa que tenga como objetivo reformar una Constitución debe tener objetividad lingüística para evitar tergiversaciones y caer en expresiones a-científicas e ilógicas que al final podrían afectar los derechos de la población, en este caso, de las mujeres. Ejemplo: "vida humana". Este término está usado intencionalmente en su forma ambigua, ya que se usa para significar dos aspectos diferentes de la vida humana y con ello pueden hacer una pseudo-justificación científica.
En los fundamentos de la iniciativa se afirma que el embrión humano es una persona desde el momento de la concepción y que el Estado debe tratarlo como tal y garantizarle derechos. Sin embargo no existe fundamentación científica, jurídica ni legal que avale estas afirmaciones. Para todas las leyes mexicanas y tratados internacionales de derechos humanos la personalidad jurídica se adquiere a la hora del nacimiento. Para justificar el otorgarle personalidad jurídica al producto de la concepción la iniciativa cita al Artículo 22 del Código Civil Federal sin embargo lo saca de contexto ya que éste habla de obligaciones y derechos de las personas físicas y morales y no de la facultad de los diputados de otorgar personalidad jurídica a un ovulo fecundado.
La iniciativa usa frases y juegos de palabras para llegar al corazón y no a la razón. Frases como "El ser humano por nacer" y "el niño por nacer" se pueden leer a lo largo del dictamen. Parece ser que a los diputados no les interesa convencer a la población y a sus propios compañeros a través de medios racionales y científicos. Lo que les importa es lograr que sus lectores y compañeros se emocionen y con ello tengan la convicción de sus palabras. No se puede legislar con emociones.
Para justificar el usar "niños en vías de nacimiento" cita tratados sobre derechos humanos de las niñas y niños y a la Ley general de salud haciendo uso de lo que se conoce como falacia de falsa relación, es decir comparar dos cosas que parecen lo mismo pero no lo son. Todas estas leyes hablan de proteger a niños y niñas y evitar su mortalidad, pero también son explicitas al definir a "niño" a una criatura que ya nació. No hay ningún tratado internacional que reconozca al embrión como un niño. El empleo de esta frase traslada al lector a pensar que un embrión (indiferentemente de su etapa de desarrollo) es un niño tal y como los conocemos, y nadie quiere hacer daño a un niño.
El embrión no es un niño y citar textos de derechos humanos que hablan de niños es mentir. Llamar "niño por nacer" a un embrión es un estrategia para generar sentimientos por una posibilidad, el embrión es una posibilidad, una mujer es una vida. Si vamos a competir por emotividad ¿qué te genera más compasión? ¿Una niña de 11 años violada por su padre o lo que tiene en la panza que materialmente es idéntico un coágulo de sangre? Si te conmueve más un coágulo de sangre necesitas revisar tus valores.
Para justificar que el producto de la concepción es llamado "niño por nacer" la iniciativa del PAN cita a la UNESCO pero incurre en una grave falsificación de conceptos. El documento afirma que para la UNESCO la infancia inicia en la gestación sin embargo la cita original refiere al nacimiento como el inicio de la infancia.
El único sustento científico que tienen, resulta ser producto de una deshonestidad intelectual. Se utiliza un artículo que cita una paráfrasis de una nota periodística de divulgación científica (ni artículo científico es), esta paráfrasis es una mentira y manipulación de los hechos acorde a los intereses de la autora, pues la nota periodística habla de células en mamíferos (específicamente de ratones) ¿los ratones también son personas entonces?
Finalmente: Está mal escrita: No puede tomarse ni siquiera en serio una iniciativa con faltas ortográficas y de signos de puntuación, se esperaría que nuestros legisladores tuvieran la preparación necesaria para saber redactar.
La falsificación de conceptos de la UNESCO, sacar de contexto al Código Federal, usar tratados internacionales que hablan de niños y no de embriones y citar un texto de divulgación científica que analizó ratones y no humanos es un error grave y es más grave aún que sea cometido por parte de servidores públicos que desean por medio de la falsificación realizar una modificación constitucional.
¿Los diputados y diputadas van a votar a favor de una iniciativa que además de evitar el progreso de los derechos humanos de las mujeres y contribuir a su criminalización está justificada a partir de mentiras, falacias y falsificación de conceptos y de fuentes? Más allá del debate moral si es o no correcto proteger la vida desde la concepción ¿es éticamente político votar a favor de una modificación constitucional que significa inconstitucionalidad, falsificación y conflicto de intereses?
Mas allá de defender o no la vida: Votar a favor de una iniciativa fraudulenta va en contra de toda ética política.